Advertisements
En el interior
Las ventanas estaban rotas y la puerta colgaba de sus goznes. David entró cautelosamente en la cabaña, con los sentidos en alerta máxima. No sabía qué esperar. Pero al cruzar la puerta, se encontró con una visión sorprendente. La cabaña no estaba completamente abandonada. Había hierba recogida en el suelo, y muchas ramitas y ramas formaban un gran nido.
Page 31 of 40