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Malestar
Un día, Lila estaba sentada en el jardín con Charlie, observando el vuelo de los pájaros. Charlie estaba tumbado a su lado, con la cabeza apoyada en las patas, mirando a lo lejos. De repente, se levantó de un salto y empezó a ladrar excitado. A Lila le sorprendió su arrebato. Parecía que volvía a estar agitado. La misma agitación que había experimentado antes de ir al veterinario.
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