Hombre sin hogar
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Era delgado y desaliñado, con una barba desaliñada y ropa harapienta. Lo reconoció como uno de los muchos indigentes que vagaban por las calles de la zona. Sarah sintió que una oleada de tristeza recorría su cuerpo mientras lo observaba, preguntándose cuándo había sido la última vez que había comido. No podía evitar pensar en toda la comida que se desperdiciaba al final de cada día.
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