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Un Bugg
“¿Qué es esta cosa repugnante?”, gritó con fuerza. Efectivamente, se parecía mucho a un escarabajo. Tenía seis patas, caparazón e incluso pequeños cuernos, pero no se movía en absoluto. ¿Estaba muerto? Pedro invitó a los que estaban a su alrededor a averiguar qué era, porque aquel escarabajo tenía algo que lo hacía inmensamente especial. Los colores del animal eran preciosos.
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