Encuentran un submarino en un río seco, los trabajadores palidecen al ver lo que hay dentro

Observando nervioso

“Quizá nos estén vigilando ahora mismo. Desde esa habitación!” Exclamó Kevin de repente. Don le miró fijamente, con los ojos muy abiertos por el miedo al darse cuenta de que aquello podía ser una posibilidad real. Miraron nerviosos alrededor de la habitación en busca de cualquier señal de una cámara u otros objetos sospechosos apuntándoles. Cuando se volvieron hacia Carl, se dieron cuenta de que sonreía. “No tenéis nada de qué preocuparos”, les dijo tranquilizadoramente.