A las profundidades
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Tras dos horas de viaje, la tripulación y su grúa llegaron al lugar donde se encontraba el objeto detectado. Todos estaban concentrados y preparados cuando los grandes cables de la grúa descendieron a las profundidades del mar, acompañados por un robot buceador. Este robot se utilizó para fijar los cables a lo que hubiera allí abajo. Pero también proporcionaba las tan deseadas imágenes de la cámara, lo que era al menos igual de emocionante.
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